Según un informe publicado en la página web de Greenpeace, una organización no gubernamental ambientalista, se advierte que el proceso de reciclaje contribuye a aumentar la toxicidad de los plásticos y representa una amenaza para la salud humana. Esta afirmación se basa en varias investigaciones científicas citadas en el informe.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señala que los plásticos contienen más de 13,000 productos químicos, de los cuales más de 3,200 son conocidos por ser peligrosos para la salud humana. Greenpeace destaca que los plásticos reciclados a menudo contienen niveles más altos de productos químicos que pueden tener efectos perjudiciales para las personas y contaminar las comunidades. Entre estos compuestos se encuentran los retardantes de llama tóxicos, el benceno y otros carcinógenos, así como contaminantes ambientales como las dioxinas bromadas y cloradas, y varios disruptores endocrinos que pueden alterar los niveles hormonales naturales del cuerpo.
Graham Forbes, líder de la campaña global de plásticos de Greenpeace en EE. UU., declaró que la industria de los plásticos, incluidas las empresas de combustibles fósiles, petroquímicas y de bienes de consumo, continúa promoviendo el reciclaje de plásticos como solución a la crisis de contaminación por plásticos. Sin embargo, según el informe, la toxicidad del plástico en realidad aumenta con el reciclaje. Forbes enfatiza que el plástico no tiene lugar en una economía circular y sostiene que la única solución verdadera para abordar la contaminación por plástico es reducir drásticamente su producción.
Greenpeace ha publicado este informe en anticipación a las negociaciones del Tratado Global de Plásticos, que se llevarán a cabo en París (Francia) del 29 de mayo al 2 de junio. Como parte de su postura, Greenpeace propone un plan de siete puntos que incluye una reducción significativa e inmediata en la producción de plástico, fomentar la transición hacia economías basadas en la recarga y la reutilización, y promover tecnologías no basadas en la combustión para la eliminación de residuos.