Bukele despliega una nueva estrategia contra los vestigios de pandillas: ¿cuál es su motivación?

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado el inicio de una “acción ofensiva contra los restos” de las pandillas con el objetivo de prevenir su reorganización. En un comunicado emitido por la Casa Presidencial, se informó que el mandatario se reunió el domingo con su equipo de seguridad. Enfatizó que, a pesar de estar ganando claramente la guerra contra las pandillas, era necesario llevar a cabo una ofensiva contra los vestigios de estas estructuras para evitar cualquier intento de reagrupación, tal como se había observado en Nueva Concepción.

En otro mensaje, se detalló que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil (PNC) ya se encuentran desplegadas en todo el territorio y están llevando a cabo controles vehiculares, operativos de intervención en las comunidades, registros preventivos y verificaciones de documentación.

El 16 de mayo, la PNC notificó el asesinato de uno de sus agentes a manos de miembros de pandillas. El oficial, identificado como Maximino Antonio Vásquez Rodríguez, fue atacado mientras patrullaba con sus colegas en el cantón El Zapote de Nueva Concepción.

Tras este asesinato, las autoridades desplegaron más de 5.000 elementos del Ejército y de la Policía en la zona. “Prometimos que pagarían un alto precio por el asesinato de nuestro héroe. Destruimos su grupo, arrestamos a sus compañeros, detuvimos a su líder y hoy hemos capturado a los tres asesinos”, declaró Bukele durante el fin de semana en las redes sociales, donde compartió un video de las operaciones.

El homicidio de Vásquez Rodríguez tuvo lugar el mismo día en que el Congreso salvadoreño aprobó la extensión del estado de excepción hasta junio, una medida implementada por Bukele a finales de marzo de 2022 como parte de su estrategia de seguridad para abordar la crisis de violencia generada por las pandillas.

Las estadísticas proporcionadas por el Gobierno de Bukele demuestran que su política de mano dura ha reducido significativamente la tasa de homicidios en el país. Según los datos oficiales, durante el estado de excepción, la tasa de asesinatos es de 3,6 por cada 100.000 habitantes, en comparación con un promedio de más de 106 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015.

No obstante, organismos internacionales de defensa de los derechos humanos han cuestionado las acciones de las autoridades salvadoreñas. La ONU estima que, un año después de la implementación del estado de excepción, se ha detenido a 67.000 personas, muchas de ellas de manera arbitraria. La semana pasada, tres expertos de las Naciones Unidas instaron a Bukele a revocar el estado de excepción.

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