En un discurso pronunciado durante la reunión anual de la junta directiva del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del grupo BRICS, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, expuso las metas y enfoques del banco en el actual contexto mundial.
Siluánov destacó la necesidad de crear nuevos lazos e infraestructuras, así como mejorar la calidad de vida en los países accionistas del NBD. Según el ministro, el objetivo principal del BRICS es fomentar la unidad y evitar la división. En ese sentido, el NBD fue creado con la intención de servir como una institución de apoyo al desarrollo de los países en desarrollo. La tarea actual del banco es generar innovación y crear nuevas conexiones e infraestructuras que impulsen el desarrollo de los países accionistas.
El ministro subrayó que, aunque la arquitectura financiera mundial ha experimentado cambios debido a razones políticas en los últimos años, esto también ha creado nuevas oportunidades para el desarrollo del NBD. El banco debe aprovechar los recursos nacionales de los países accionistas y no temer ser ambicioso en la implementación de su programa.
En este contexto, Siluánov resaltó que las limitaciones financieras, de transporte, logística e infraestructuras en los países accionistas deberían convertirse en áreas prioritarias de acción para el NBD. Además, hizo hincapié en la importancia de apoyar la transferencia de tecnologías, promover la innovación y abordar los desafíos relacionados con la seguridad alimentaria y energética. Asimismo, destacó la necesidad de desarrollar infraestructuras sostenibles y fomentar la capacidad para el desarrollo.
El alto funcionario ruso también mencionó la importancia de mantenerse abiertos a la incorporación de nuevos miembros accionistas que compartan la agenda de desarrollo del banco y colaborar con organizaciones internacionales.
Cabe destacar que el NBD fue establecido en 2015 por los países miembros del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con el propósito de financiar proyectos de infraestructura en economías en desarrollo. Posteriormente, Uruguay, Bangladés, Egipto y Emiratos Árabes Unidos se unieron a la entidad. Aunque Uruguay ha sido aceptado como miembro potencial, aún debe cumplir con todos los requisitos de documentación para formalizar su adhesión.