Persisten los incendios forestales en el oeste de Canadá después de casi dos semanas. Las altas temperaturas y los fuertes vientos están dificultando los esfuerzos de los bomberos, mientras que la mala calidad del aire está afectando a los principales centros urbanos.
Las autoridades han calificado esta ola de incendios como sin precedentes para esta época del año y advierten sobre la necesidad de estar preparados para los meses más calurosos de julio y agosto. En la provincia de Alberta, hay 91 incendios activos, de los cuales 27 están fuera de control. La presencia del humo está dificultando las evaluaciones aéreas de los incendios, lo que retrasa las labores de extinción. Desde que se declaró el estado de emergencia el 7 de mayo, más de 17,000 personas siguen bajo órdenes de evacuación y se han consumido aproximadamente 534,000 hectáreas de terreno.
Un total de 1,600 bomberos de la provincia están trabajando en el lugar, con otros 600 procedentes de diferentes partes del país y 300 miembros de las Fuerzas Armadas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, visitó la zona y afirmó que los militares están brindando apoyo en la lucha contra los incendios, ayudando en las evacuaciones y garantizando la seguridad de las personas.
La Columbia Británica también está experimentando un número considerable de incendios, especialmente en el norte de la provincia, con un total de 58 incendios activos. Las autoridades han implementado una prohibición de hacer fuego al aire libre desde el jueves. En Saskatchewan, se han registrado 27 incendios activos, siendo los incendios Shaw y Vermette los más preocupantes debido a su gran tamaño, afectando a 47,000 y 45,000 hectáreas respectivamente.
La mala calidad del aire ha afectado incluso a grandes centros urbanos situados a cientos de kilómetros de distancia de los incendios. El Ministerio de Medio Ambiente de Canadá emitió advertencias en Calgary, la ciudad más poblada de Alberta, debido al humo y las partículas tóxicas, así como la reducción de la visibilidad. También se alertó sobre los riesgos para los habitantes de Regina y Saskatoon, ubicadas en Saskatchewan, y del noreste de la Columbia Británica.
Además, los incendios forestales han tenido un impacto negativo en la producción petrolera del país, con una reducción del 4% en la producción, especialmente en Alberta, la provincia con mayor actividad en el sector de los hidrocarburos en Canadá. El oeste de Canadá ya había experimentado un aumento significativo de las temperaturas durante el verano de 2021, conocido como “domo de calor”, que desencadenó una serie de incendios, incluido uno que destruyó el 90% de la comunidad de Lytton en la Columbia Británica, que anteriormente había registrado una temperatura récord nacional de 49.6 grados Celsius.