Impacto mortal del terremoto
El reciente terremoto que sacudió la pintoresca ciudad de Marrakech, Marruecos, no solo dejó un rastro de destrucción en términos de infraestructura y caminos, sino que también causó estragos en las vidas de numerosas personas que quedaron atrás, enfrentando la devastación de haber perdido a sus seres queridos.
Testimonios desgarradores
Omar Benhanna, de 72 años, compartió su desolación al relatar: “Tres de mis nietos, de 12, 8 y 4 años, y su madre murieron. Están todos debajo de las ruinas”. El sábado, la comunidad se reunió en el cementerio para dar el último adiós a unas 70 personas, en ceremonias marcadas por desgarradores gritos y lágrimas.
“Lohcen”, un hombre que perdió a su esposa y sus cuatro hijos en la localidad rural de Moulay Brahim, en la zona montañosa del Alto Atlas, expresó su pérdida con estas palabras: “Lo perdí todo. Lo único que quiero es alejarme del mundo y hacer mi duelo”.
La difícil búsqueda de sobrevivientes
Las víctimas del terremoto más mortífero en Marruecos en más de seis décadas luchan por encontrar comida y agua, mientras continúa la angustiosa búsqueda de personas desaparecidas en pueblos de difícil acceso. El número de fallecidos se eleva a 2,122 y el de heridos a 2,421. Muchas personas se preparan para afrontar una tercera noche al aire libre tras el sismo de magnitud 6,8 que sacudió el país.
Desesperación en las comunidades afectadas
En Moulay Brahim, un pueblo a unos 40 kilómetros al sur de Marrakech, los residentes describen cómo, con sus propias manos, sacaron a los fallecidos de entre los escombros. “Perdimos nuestras casas y también perdimos gente. Llevamos dos días durmiendo al aire libre”, dijo Yassin Noumghar, de 36 años, otro residente de Moulay Brahim. La falta de recursos básicos, como comida, agua y electricidad, se ha convertido en una desgarradora realidad, con escasa ayuda gubernamental.
Escala del desastre
Más de 300 mil personas se han visto afectadas por este desastre, según informó la Organización Mundial de la Salud.
Duelo nacional
Marruecos ha declarado tres días de luto en honor a las víctimas, y el rey Mohamed VI ha convocado oraciones en mezquitas de todo el país en memoria de los fallecidos.
Desafíos en la ayuda humanitaria
Los equipos de ayuda se enfrentan al desafío de llegar a las aldeas más afectadas del Alto Atlas, donde los asentamientos suelen ser remotos y muchas casas se han derrumbado. Además, se han evidenciado daños considerables en el patrimonio cultural marroquí, incluyendo partes del casco antiguo de Marrakech, designado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y una mezquita del siglo XII de gran importancia histórica.
Respuesta internacional
El Ministerio del Interior marroquí ha emitido un comunicado explicando que solo ha aceptado la ayuda ofrecida por cuatro países en respuesta al terremoto en Marrakech. Esta decisión se basa en una “evaluación precisa” de las necesidades y la preocupación de que la falta de coordinación en tales situaciones pueda ser contraproducente. Estados Unidos, Francia, Turquía y otros países han expresado su voluntad de brindar apoyo, incluso Argelia ha abierto su espacio aéreo después de dos años de cierre con su vecino.
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