En un veredicto emitido recientemente, se determinó que la ley que otorga preferencia a las familias nativas americanas en los procesos de adopción no constituye discriminación racial. El jueves, la Corte Suprema brindó una importante victoria a las tribus nativas americanas al rechazar un desafío presentado en contra de una ley federal diseñada para proteger a los niños y fortalecer la identidad tribal.
En una votación de 7 a 2, el tribunal rechazó una serie de reclamos que buscaban invalidar ciertos aspectos de la Ley de Bienestar de Niños Indígenas, promulgada en 1978 con el objetivo de mantener a los niños nativos americanos dentro de sus respectivas tribus. Entre las disposiciones cuestionadas se encontraba una que otorga preferencia a los nativos americanos que buscan acoger o adoptar niños de su misma comunidad. El presidente Joe Biden expresó en un comunicado que esta decisión “preserva una protección vital para la soberanía tribal y los niños nativos”.
El tribunal, en una opinión redactada por la jueza Amy Coney Barrett, afirmó que los demandantes carecían de capacidad legal para cuestionar si las disposiciones de preferencia violaban la cláusula de igual protección de la Enmienda 14 al discriminar por motivos de raza. Barrett mencionó que los demandantes habían presentado su demanda contra el gobierno federal, pero resaltó que son los tribunales estatales quienes hacen cumplir las disposiciones de preferencia y que son las agencias estatales las encargadas de ubicar a los niños. Por lo tanto, sus reclamos no podían ser reparados por el gobierno federal y debían ser desestimados.
El juez conservador Brett Kavanaugh, enfatizando que la cuestión de la discriminación racial aún no se ha resuelto, escribió en una opinión concurrente que es un asunto “serio” que la corte debería abordar en un caso futuro. No obstante, la mayoría concluyó que el Congreso tiene la autoridad para legislar sobre asuntos relacionados con la ley familiar de las tribus nativas americanas y rechazó los reclamos presentados por esta razón.
Barrett expresó que los demandantes buscaban una “exención constitucional”, sosteniendo que el Congreso no puede legislar sobre el derecho de familia. Sin embargo, argumentó que desde los inicios de los Estados Unidos ha quedado claro que el Congreso tiene amplia autoridad para promulgar leyes sobre una amplia gama de temas, y el derecho de familia no es una excepción.
Esta decisión representa un gran alivio para las tribus, quienes estaban preocupadas de que el tribunal debilitara o anulara por completo una ley que desempeña un papel fundamental en la preservación de la identidad tribal.
“Al tomar partido por la salud y seguridad de los niños, la Constitución de los EE. UU. y siglos de precedentes, los jueces se han posicionado del lado correcto de la historia”, expresaron los líderes de las cuatro tribus involucradas en el caso, a saber, la Nación Cherokee, la Tribu Morongo Band of Mission Indians, la Nación Oneida y la Nación Quinault India, en un comunicado conjunto. Otra tribu, la Nación Navajo, también respaldó la ley.
“Con estos últimos ataques políticos contra ICWA dejados atrás, esperamos poder avanzar y enfocarnos en lo que es mejor para nuestros niños”, añadieron los líderes tribales. Este fallo también marca la segunda ocasión en este mes en la que el tribunal rechaza los esfuerzos conservadores para controlar las leyes destinadas a proteger a grupos minoritarios, luego de la decisión de la semana pasada de reafirmar una parte clave de la Ley de Derechos Electorales. Aún queda pendiente que la corte se pronuncie sobre otro importante caso relacionado con la raza, en el cual podría poner fin al considerar la raza en los procesos de admisión universitaria. Dos de los seis jueces conservadores de la corte, Clarence Thomas y Samuel Alito, presentaron una opinión disidente.